martes, 13 de mayo de 2008

LA REPRODUCCION HUMANA

La reproducción es el proceso biológico que permite la formación de nuevos seres. Para que tal función se cumpla es necesario la unión de la pareja para aportar las células sexuales denominadas gametos sexuales, tanto masculino como femenino.
La fecundación

Para que se realice la fecundación es necesario que el gameto sexual masculino llamado espermatozoide y el femenino denominado óvulo, se unan y formen el huevo o cigoto que se constituirá como futuro embrión. En consecuencia, para que se realice la reproducción es necesario que exista un contacto sexual o apareamiento de la pareja. Los espermatozoides, deben ser depositados en los órganos especializados de la hembra donde uno de ellos se unirá con el óvulo.Durante el acto sexual el pene deposita en el fondo de la vagina el semen, en este líquido nadan millones de espermatozoides, sólo una pequeña cantidad pasa al útero y a las trompas. En este trayecto miles de espermatozoides mueren, pero si en el recorrido uno de ellos se encuentra con un óvulo que ha bajado hacia la matriz o útero, el espermatozoide puede penetrar al óvulo, produciéndose así la fecundación. Una vez que la cabeza del espermatozoide ha penetrado se desarrolla alrededor del óvulo una membrana que no permite la entrada de ningún otro espermatozoide.Aunque generalmente sólo madura un óvulo al mes, la posibilidad de fecundación es enorme porque se eyaculan aproximadamente unos 400 millones de espermatozoides, los cuales viven y mantienen su capacidad de fecundación después de ser depositados en la vagina un máximo de 24 a 48 horas, mientras que el óvulo pierde su capacidad de ser fecundado alrededor de 24 horas después de la ovulación.
Una vez formado el huevo o cigoto se inicia el período de embarazo. El huevo o cigoto se anida o implanta en el útero o matriz de la hembra y progresivamente va sufriendo una serie de cambios o transformaciones, hasta convertirse en embrión.
El embrión se desarrollará, crecerá y se alimentará gracias al conjunto de capas sanguíneas del útero que forman la placenta. El proceso de gestación en la mujer dura, en condiciones normales, nueve meses.
Embarazo o Gestación

Inmediatamente después de la fecundación, el óvulo empieza a multiplicarse en forma acelerada. Primero se divide en dos células llamadas blastómeros, luego sigue el proceso de multiplicación de células llegando a alcanzar la forma de un racimo de moras, por esto recibe el nombre de mórula. Días después se forma una cavidad en su interior llamada blastocito y más tarde se anidará en la pared del útero, este proceso dura 8 días, y al cumplir 8 semanas se convierte en feto.
Etapa Embrionaria


a.- Un embrión de tres semanas mide un milímetro, en esta etapa ya se pueden apreciar unos discos que formarán la columna vertebral.
b.- El embrión de 5 semanas mide nueve milímetros, ya se empieza a formar la cabeza y aparecen los miembros.
c.- Un embrión de seis semanas mide trece milímetros, se alarga más la cabeza y aparecen unas depresiones que más tarde ocuparán los ojos, se alargan más los miembros y aparecen manos y pies.


d.- El embrión de 7 semanas mide 19 milímetros, su corazón empieza a latir, su cráneo y su sistema nervioso empiezan a tomar forma, las glándulas y los pulmones dan muestra de vida.
e.- A partir de las 8 semanas de gestación deja de ser embrión y se convierte en feto, su aspecto es el de un ser humano en miniatura, hasta este momento ha completado la etapa más difícil de su desarrollo.
Este nuevo ser, ahora convertido en feto se encuentra en un Saco Amniótico. Este saco es una bolsa que se forma a partir del octavo día después de la fecundación, la cual se va rellenando poco a poco de un líquido llamado amniótico, que en el momento del nacimiento llega a alcanzar medio litro aproximadamente. El feto vive en este líquido tibio, algo salado y limpio, su función es proteger al feto de los choques, facilitar sus movimientos y defenderlos de las infecciones.
Dentro del útero el feto crece y se alimenta dentro de la placenta. La placenta es la encargada de nutrir al nuevo ser, realiza los intercambios de sustancias útiles y libra al embrión de productos nocivos. Así mismo segrega ciertas hormonas imprescindibles para el armónico desarrollo del embarazo.
El intercambio de sustancias nutritivas entre la placenta y el feto se realiza a trvés de un órgano de forma tubular llamado Cordón Umbilical. Éste va desde el ombligo del feto hasta la placenta de la madre realizando el intercambio sanguíneo entre ambos. El intercambio sanguíneo proporciona al feto todo lo necesario para que éste crezca y se alimente. El feto recibe sustancias nutritivas, el oxígeno necesario para su respiración y también expulsa sus desechos a través de la sangre.
El embarazo sigue su proceso mes a mes, así un feto entre las 22 y 28 semanas es capaz de abrir los ojos, moverse y tomar líquido amniótico. Casi ha completado su desarrollo, mide aproximadamente 36 centímetros y pesa alrededor de 1.200 gramos. Así continua su proceso hasta alcanzar la madurez necesaria para poder sobrevivir fuera del vientre materno.
La nutrición del feto depende de la forma como se nutra la madre, por lo tanto, es muy importante que la madre siga un buen régimen alimenticio para asegurar el correcto desarrollo y salud de su bebé. Es importante que la madre acuda mensualmente a su consulta médica de control.
La mujer embarazada debe evitar la ingesta de medicamentos contraindicados durante el embarazo que puedan ocasionar daños al feto, evitar el consumo de licor en exceso, cigarrillo y sustancias irritantes al organismo, pues estos pasan a través del torrente sanguíneo hasta el feto.
Cuando el embarazo llega a su final, es decir, a las 40 semanas o nueve meses el feto se encuentra totalmente desarrollado y apto para el nacimiento. El parto representa la salida al exterior del feto y de las membranas que lo envuelven. Durante este proceso se distinguen tres fases:

Dilatación: en esta fase la cavidad entre el útero y la vagina se ensancha.

Expulsión: en esta fase el bebé comienza a salir, primero aparece su cabeza, luego un hombro, después el otro y finalmente el resto del cuerpo.

Alumbramiento: consiste en la expulsión de la placenta, envoltorio que comunica al feto con la madre.